Fotografías: @8moments- Bee Good Foundation – @johannpiber – Pixabay
Conoce cómo se adaptan y qué pasa con estas vitales polinizadoras durante los meses más fríos, según Bee Good Foundation.
Las abejas son una de las principales polinizadoras de los frutos y verduras, asegura la Organización de Naciones Unidas, pues participan en el proceso de polinización de más de 170.000 especies de plantas.
En épocas de primavera y verano vuelan por parques y zonas con flores, hasta donde llegan para tomar el néctar que les permite alimentarse. Pero, ¿qué pasa con las abejas en invierno?
Felipe Heredia, presidente de Bee Good Foundation, explica cómo es el proceso de adaptación y cómo viven las abejas los meses más fríos.
“Las abejas no tienen mucha vida útil, las abejas obreras, duran entre uno y cuatro meses. La vida promedio es dos meses y medio más o menos. La mayoría de las que han estado trabajando en el verano mueren en el invierno”, dice Felipe.
Entonces, ¿qué pasa con aquellas abejas que no nacieron antes del periodo veraniego, sino que lo hicieron en otoño o invierno?
“Las que van naciendo quedan en la colmena porque tienen que mantener una temperatura de aproximadamente 30° dentro de la colmena, por lo que se quedan dentro”, explica de Bee Good Foundation.
De esta forma, las abejas se deben agrupar en diferentes partes de la colmena que requieran más temperatura y, de esta forma, pueden sobrevivir. Pero, si están dedicadas a mantenerse calientes, ¿cómo se alimentan?
“Se alimentan de la miel que han fabricado durante el verano o de la temporada, y, si es que no tienen alimento, los apicultores tienen que estar entregando alimentos para suplir esa deficiencia de alimentación”, explica Felipe.
¿Cómo se adaptan al cambio climático?
Según explica Felipe Heredia, las abejas tienen un buen proceso de adaptación a los cambios climáticos. El problema, en su caso, pasa por las sequías y el abastecimiento de agua.
“Las abejas se adaptan muy fácilmente a los distintos cambios. Pero la falta de agua en algunos lugares es muy complicada porque toman mucha agua cuando tienen harto movimiento”, comenta Felipe.
Además, el presidente de Bee Good Foundation hace un llamado a la industria de los insecticidas y a quienes los utilizan ya sea doméstica como industrialmente. Esto por la larga duración que tienen en el ambiente.
“El insecticida es uno de los problemas más grandes, porque dura mucho tiempo. Pueden durar alrededor de cuatro años en el medio ambiente y si alguna partícula de insecticida llega al agua y la abeja toma esa agua se va a morir”, dice.
Finalmente, durante los meses más fríos, las abejas se adaptan, reducen su cantidad y se dedican principalmente a mantener el calor en sus panales.
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