Conoce el trabajo de la Fundación Ñamku para el rescate, rehabilitación y reinserción de la fauna silvestre.
Según la WWF, se ha perdido un 68% de la población de fauna silvestre a nivel mundial.
Conversamos con Pablo Salah, director de la Fundación Ñamku, quien explica cuáles son las causas de rescate y también, qué pasa con los animales una vez rescatados.
La Fundación Ñamku se dedica al rescate de animales silvestres en Chile y según su director, la cantidad de rescates ha crecido debido al mayor interés que tiene la gente por proteger la fauna, sin embargo, también ha crecido la cantidad de amenazas.
“Dentro de esa causas te vas a encontrar con que la mayoría son de origen antrópico, es decir, donde el hombre tiene algo que ver en el tema y, principalmente, son traumáticas”, explica Pablo.
¿Qué puedo hacer si veo una especie que necesita ser rescatada?
Pablo Salah, comenta que lo primero que se debe hacer en caso de ver una especie que necesita ser rescatada es llamar al Servicio Agrícola Ganadero o a Sernapesca, dependiendo de si es en tierra o en áreas marítimas.
“En ese caso, la persona debe tener mucho cuidado. La fauna silvestre es alojamiento de algunas patologías que pueden afectar al ser humano, como la rabia”, explica Pablo.
También debes tener cuidado con las garras, colmillos, picos u otra parte de la fisonomía del animal, dice. La lógica es que, según sea la forma de alimentarse del animal, también será la forma como se defiende.
“En el caso de las aves, la forma de hacerlo es envolverla en una toalla entera, cosa de que no aletee y no se dañe más en el proceso de rescate que en lo lesionada que está”, comenta Salah.
¿Qué pasa cuando se produce un rescate de animales silvestres?
Independientemente de cómo llegó el espécimen a la fundación, todos pasan por un proceso similar, no importa si es un ave, un mamífero, o si es de un ecosistema marítimo, terrestre o cordillerano.
Según Salah, una de las primeras etapas contempla una cuarentena de dos semanas para el animal silvestre rescatado, para asegurar que este no posea ninguna patología que pueda infectar a los demás animales.
“Una vez ingresada al centro, pasa a una dependencia que se llama cuarentena donde se hace una evaluación, se determina la causa de su problema y la razón de porqué está llegando, y se establece una terapia”, explica Pablo.
Una vez que se ha estabilizado al animal y que se establece la terapia, se deriva al cumplimiento de los procedimientos necesarios para la rehabilitación.
“Es derivado a otras áreas de la misma fundación, ya sea la hospitalización, algún procedimiento en el hospital veterinario que estamos próximos a inaugurar o pasa a las jaulas de rehabilitación”, comenta el director.
Estas jaulas separan a los animales según su grupo y permiten que se les pueda entregar un tratamiento más dirigido en sus necesidades. Esto, considerando incluso, el acostumbramiento que puedan tener con el ser humano.
“Vemos que sus parámetros sanguíneos y su estado fisiológico estén normales y ya puede volver al medio ambiente. En ese caso, se da aviso a la autoridad correspondiente de que el ejemplar está de alta, listo para ser liberado”, dice Salah.
Una vez liberado el ejemplar, independientemente de quien haya realizado el rescate, este se lleva un pequeño chip que permite revisar sus antecedentes en caso de un nuevo accidente.
“Se liberan con chip subcutáneo. De esta forma, si el animal vuelve a caer en un centro de rescate se puede saber su historia clínica previa. Así se puede hacer un seguimiento para ver qué animales han vuelto a caer”, explica Pablo.
Pero no todas las especies que son rescatadas pueden ser liberadas, esto depende de las condiciones en las que se encuentran y si podrían acostumbrarse a sobrevivir en un entorno natural.
“Tenemos un par de aves que están en custodia permanente con nosotros, con resolución del servicio agrícola ganadero, que están en condiciones fisiológicas buenas pero que, por su forma de alimentación, no pueden ser liberados”, cuenta el director de la fundación.
Aún así, hay algunos casos en los que, pese a los esfuerzos que puedan realizar los diferentes especialistas de la fundación, el daño que ha recibido el animal es demasiado.
“Cuando nos damos cuenta que el ejemplar llega con una condición que es incompatible con una vida normal, aunque sea en cautiverio, procedemos a la eutanasia”, dice Salah.
Si bien existen especialistas dedicados a cuidar y sanar a los animales heridos, la mejor forma de cuidar a la fauna silvestre es con la precaución, no dejar basura en áreas naturales y cuidar el medio ambiente.
“Lo otro importante es que no se alimente a la fauna silvestre. Esto es súper importante porque si la empezamos a alimentar, la vinculamos con nosotros y el ser humano es el animal más dañino que existe”, concluye Pablo Salah.
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Fotos: cortesía Fundación Ñanku.