El sillín es uno de los principales puntos de apoyo al momento de pedalear. Por eso, es necesario que uses uno dependiendo de tu anatomía y también del tipo de ciclismo que practicas. Aquí, las ciclistas Susan Barraza y Denisse Van Sint Jan te enseñan cómo elegirlo.
“El manillar, los pedales y el sillín son los tres principales puntos de contacto del ciclista con la bicicleta, siendo el sillín el de mayor contacto con el cuerpo”, dice la ciclista Susan Barraza.
Por esta razón, es necesario que encuentres un sillín que se acomode a tus características, independiente de factores como la estética y el precio porque, “si el sillín no es el adecuado para el cuerpo de uno, después de un rato empiezan a doler las zonas de apoyo, lo que produce que baje el rendimiento”, agrega la ciclista Denisse Van Sint Jan.

En busca del sillín ideal, ¿en qué fijarte?
A continuación, Susan y Denisse te comparten algunos tips para que encuentres el sillín que tú necesitas:
1. Atención a los isquiones:
Los isquiones son dos pequeños huesos que se encuentran en la parte inferior de la pelvis y se denominan tuberosidades isquiáticas. En ellas se apoya el grueso del peso de los ciclistas.
“Creo que lo principal es que el sillín sea del ancho de tus isquiones, es decir, esos huesitos que sustentan la cadera y que nos dan el apoyo al estar sentados. También, hay que considerar que hay sillines específicos para hombres y mujeres”, explica Susan.
En la misma línea, Denisse recalca la importancia de no apoyar las partes blandas en la bicicleta, ya que esto aumenta la posibilidad de roces y de malas experiencias:

“A veces, la gente tiene la visión de que un sillín cómodo tiene que ser súper ancho, con un acolchado gigante. Pero, el sillín cómodo es el que está adaptado a la anatomía de la persona”, insiste Denisse.
Un tip extra que comparte Susan, es para aquellas fanáticas de la bicicleta que decidieron ser madres, debido a que las mediciones de sus isquiones pudieron haber cambiado.
“Sí o sí, las mujeres que han sido madres recientemente, tienen que hacerse una medición de isquiones después del parto para volver a pedalear”, recomienda.

2. La disciplina que practicamos
Para dar con el sillín correcto, “también hay que considerar cuál es la disciplina del ciclismo que estamos realizando para ver qué sillín nos podría acomodar más”, dice Susan.
Por ejemplo, en el caso de pruebas de XCO (Cross Country Olímpico), pueden ser útiles versiones más cortas de sillines, permitiendo así una mayor movilidad hacia adelante y atrás. Mientras que, para pruebas más largas, un sillín más largo y acolchado puede servir para pedalear por rutas.
Finalmente, Susan y Denisse recuerdan la importancia de que elijas la ropa adecuada para así reducir el roce mientras pedaleas.
Fotografías: Susan Barraza – @diegomondak – Denisse Van Jan- @ocen