Como me imagino ya sabrán, una de las principales cosas que necesitamos a la hora de salir a correr, tanto a la calle como al cerro; son zapatillas.
Se podría decir que este elemento(Zapatillas), es el único casi imprescindible a la hora de salir a hacer lo que más te gusta. (Aunque los que los que trotan descalzos, seguramente están en desacuerdo). Por lo tanto, si bien cualquier zapatilla ‘deportiva’ puede cumplir con la pega de llevarnos a realizar una serie de kilómetros, si queremos sentirnos más cómodos con nuestro calzado, nunca esta demás saber algo más acerca de estas.
Debo comenzar diciendo que si eres uno de los que recién comienza a vivir esta locura de correr por los cerros, no creo que debas preocuparte demasiado por qué zapatillas debas tener en un principio. Tus zapatillas habituales para correr en la calle te pueden servir perfectamente para correr en la tierra también.
Sólo con el tiempo y la experiencia te podrás dar cuenta que es lo que realmente necesitas, tomando en cuenta tu manera de correr y los terrenos que habitualmente visitas. Es más, hay gente que usa zapatillas de calle para el cerro y les funcionan bastante bien.
Ahora, si ya tienes algo de experiencia o llevas un tiempo corriendo y quieres saber algunas cosas acerca del calzado más utilizado para el cerro, quizás esto te podría servir como una guía.
Para un calzado adecuado deberíamos prestar atención a al menos tres aspectos fundamentales: El agarre, el peso (amortiguación y los materiales) y finalmente la permeabilidad de estas. Cabe señalar que en este tema nadie tiene la última palabra y esto no pretende ser un manifiesto ni nada por el estilo.
- El Agarre: Tracción es la palabra clave acá. Indudablemente pasar de correr de la calle al cerro involucra un cambio en el tipo de superficie y geografía, por lo mismo, sería bueno que las zapatillas te brindaran un mejor agarre a la hora de estar bajando o subiendo por el filo de un cerro. La idea es buscar un tipo de suela que se acomode a tus necesidades. Ahora, el nivel de “agresividad” de la suela que deseas en tus zapatillas, va a depender únicamente del tipo de senderos en los cuales corres habitualmente.
- El grado de amortiguación: En mi opinión va a depender del peso corporal, más el tipo de biomecánica que el corredor posea, y las preferencias de este mismo. Este es un tema bastante controversial del cual cada uno debería formarse una opinión al respecto. Desde las 5-fingers hasta las Hoka One One pasando por toda la gama entremedio de estas, el mercado hoy en día nos provee grandes alternativas. Como conceptos generales; mientras más largos la carrera o el entrenamiento más material podríamos querer tener bajo nuestros pies, mientras más o menos piedras tenga el camino, lo mismo. A medida que vas acumulando kilómetros, probablemente sentirás la necesidad de ir con zapatillas ligeras y cercanas al suelo.
- Impermeabilidad: Esto depende exclusivamente del lugar en donde las vayamos a utilizar. Corriendo en lugares secos, es evidente que no necesitaríamos gore-tex o algo por el estilo. Por otra parte, mientras menos agua deje entrar una zapatilla, se debe recordar que menos ‘respirabilidad’ tendrá esta, por lo cual es importante considerar ambos aspectos a la hora de elegir el calzado adecuado.
- Finalmente, en la medida que uno va acumulando más horas y kilómetros en el cerro, uno se va volviendo más exigente y se va dando cuenta de que es lo que necesita para un desafío en particular y que es lo que mejor funciona para uno. Por otra parte, si bien un buen calzado puede ayudarnos enormemente a mejorar la experiencia de correr por las montañas, este no es un elemento que nos límite (en condiciones no extremas, al menos), por lo tanto, no hay que sobre pensar en el tema.