Cada 20 de mayo se celebra el Día Mundial de las Abejas, uno de los insectos polinizadores más importantes en el mundo.
¿Por qué se celebra el Día Mundial de las Abejas?
El Día Mundial de las Abejas busca sensibilizar acerca del papel esencial que las abejas y otros polinizadores desempeñan para el equilibrio del planeta.
¿Qué pasaría si desaparecen las abejas?
Las abejas polinizan una tercera parte de lo que comemos y juegan un papel vital en el mantenimiento de los ecosistemas.
Según la Organización de las Naciones Unidas, más del 75 % de los cultivos alimentarios del mundo dependen de la polinización. Los polinizadores, como las abejas, mariposas, pájaros, polillas, escarabajos e incluso murciélagos, ayudan a que las plantas se reproduzcan.
Sin embargo, más de un tercio de todas las especies de insectos que habitan en nuestro planeta están en peligro de extinción, según el informe de la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES). Y entre los que se encuentran más afectados, están las abejas.
¿Por qué desaparecen las abejas?
La población de polinizadores –en especial de abejas– ha disminuido de manera preocupante por las siguientes razones:
- La deforestación masiva
- La falta de flores
- El uso de pesticidas y fertilizantes tóxicos.
- Los monocultivos industriales.
- Los cambios en el suelo y la temperatura producidos por el cambio climático.
Abejas, ¿cómo cuidarlas?
1. Cultiva variedad de plantas autóctonas que florezcan en diferentes épocas del año. Las plantas autóctonas son las que mejor se adaptarán a las abejas autóctonas.
2. Prefiere consumir productos que provengan de una agricultura ecológica y sostenible, y que proteja el medio ambiente.
3. No le hagas daño a las abejas silvestres ni a sus colonias.
4. Deja un cuenco poco profundo con agua limpia y piedras o palos para que las abejas beban y no se ahoguen.
5. Crea conciencia sobre la situación de las abejas y comparte esta información.
Finalmente, el declive en el número de abejas nos afecta a todos. Llegó el momento de repensar nuestra relación con los polinizadores. Somos uno con la naturaleza y si las abejas no tienen qué comer, el resto de los seres vivos tampoco lo tendrá.