No hay excusas para no compostar, ya sea si tienes patio o no. Si aún no lo haces, la ingeniera en recursos naturales, Aileen Sánchez de Fundación Basura, te enseña a armar tu compostera casera paso a paso y cómo debes utilizarla. “Porque la basura no existe”, dice.
“El compostaje es una forma de replicar la descomposición de residuos orgánicos que ocurre de forma natural. Pero en un espacio “controlado” ( Compostera), precisamente para mantener las condiciones que llevan a la descomposición”, parte diciendo Aileen Sánchez, ingeniera en recursos naturales de Fundación Basura.
Este proceso es muy importante, porque actualmente no se produce naturalmente en los espacios destinados para los desechos, como pueden ser los basurales, debido a la presencia de plástico y otros compuestos.
“Compostar impacta enormemente, ya que a diferencia de lo que se cree, los residuos orgánicos que llegan a un vertedero ilegal, un relleno sanitario o un microbasural, no se descomponen de la misma forma que en la naturaleza”, agrega Aileen.
¿Qué pasa con los desechos al compostar?
Al compostar se debe manejar la cantidad de humedad. Para eso, es imprescindible combinar los desechos con materiales como hojas secas, los cuales oxigenan y evitan el mal olor gracias a la interacción de ingredientes secos y húmedos.
“Lo que hacemos es crear un microclima en donde participan la temperatura, la humedad y oxígeno. Para mantener estas condiciones necesitamos material café y material verde, el cual asociamos como material seco (café) y húmedo (verde)”, explica Aileen.
¿Qué puedes compostar y qué no?
Según cuenta la experta, podemos compostar todo lo que salga crudo de nuestra cocina. Además, de cabello, servilletas sin aceite y algunos fluidos. Si te limpiaste las manos solo con agua y te las secas con papel higiénico, este puede ir al compost.
A esto se incluyen objetos como cenizas y fósforos quemados, cajas de huevo, restos de podas, hojas secas que caen en otoño, bolsas de té, borra de café o mate. En el caso de las cáscaras de cítricos, será mejor incorporarlas una vez estén secas.
“Dentro de lo que no se puede incorporar, se descarta todo lo que pueda contener aceite, carnes, lácteos, colillas de cigarros, plásticos, grasas, excrementos de gatos o perros, químicos, pilas, por nombrar algunos”, explica Aileen.
¿Cuándo está listo el compost?
Según comenta la ingeniera en recursos naturales de Fundación Basura, el primer indicador de que el compost está listo para su uso es el olor a tierra mojada, o “olor a bosque”. De ahí, se debe evaluar el color y la textura del compost para confirmar su estado.
“Si hay que ponerle nombre, es olor a petricor. Luego el color del compost, es de un color uniforme, café oscuro y al tacto te das cuenta que es todo igual. No se puede diferenciar si lo que tengo era una cáscara o una rama”, dice.
Paso a paso: ¿Cómo armar una compostera en tu casa y cómo usarla?
Para armar una compostera en tu casa, lo primero que debes tener en cuenta serán los materiales que usarás, dependiendo de si tienes patio o no, para finalmente decidir si la harás en contacto con la tierra o no. Dicho esto, Aileen comenta:
“Se recomienda usar materiales duraderos. La madera es buena opción si tenemos restos de tablas o pallet. Necesitamos material café o seco, material húmedo o verde, y un rastrillo o pala para revolver”, explica.
Dicho esto, Aileen comparte una serie de recomendaciones, paso a paso, sobre cómo armar una compostera en tu casa y cómo utilizarla:
1° Se construye un contenedor (con tapa que sea fácil de abrir, con bisagras o desmontable) de 1 metro cúbico. Este tamaño puede variar si es una familia numerosa o es solo una persona compostando sus residuos.
2° Este contenedor tiene que tener una apertura inferior en uno de los lados. Esto para que pueda caer el compost que se está realizando, a la siguiente etapa.
3° Se comienza a llenar con nuestros residuos orgánicos en capas, simulando una lasaña. Se sugiere partir con el material seco, agregando una capa de unos 10 o 20 cm de alto. Esto es solo de manera inicial. El resto de capas no es necesario que sean tan altas, con que cubra toda la superficie está bien.
4° Agregar una capa de residuos orgánicos picados o cortados, esto facilita el proceso de descomposición. Luego de esto, se debe volver a poner otra capa de residuos secos. Esta debe ser delgada, solo de forma inicial se pone una capa gruesa.
Para su uso, debes ir alternando una capa de residuos húmedos y secos, hasta terminar con una que sea de residuos secos.
5° Debes recordar que esta descomposición es aeróbica, es decir, que necesita oxígeno. Así que debes revolver aproximadamente una vez a la semana para facilitar el ingreso de aire. Al oxigenar el compost, esto hace que se estabilice la temperatura. En climas fríos, se tiende a revolver menos que en climas calurosos.
6° Hay que ser pacientes. El compostaje no es magia. Necesitamos de tres a seis meses para que se haga el compost.
7° Pasaron seis meses y el compost está listo para cosechar. Se harnea, se deja secar si es necesario y listo, tenemos abono para nuestras plantitas.
Según plantea Aileen, en el caso de que la compostera esté en contacto directo con el suelo, puedes prescindir de la tapa de abajo, lo que permitirá un uso más natural de los residuos.
“Se puede incluso cavar un poco para comenzar a hacer las capas sin necesidad de hacer la primera capa gruesa de residuos secos. Luego, con esa tierra, se hace la última capa”, dice Aileen, quien destaca que cavar no es indispensable.
Según comenta, al compostar nos hacemos consciente de cuánta cantidad de alimentos aprovechables estamos tirando al basurero.
“Muchos estudios en diferentes escalas, llegan a la misma conclusión: de que más del 50% de los residuos que genera una persona es en parte orgánico. Esto no es basura, recuerda que la basura es un invento de las personas, la basura no existe”, concluye Aileen.